El vuelo de Bruno

A veces la fuerza no viene de los músculos ni del optimismo, viene de seguir intentando algo… aunque sepas que no.

Este mensaje es para quienes se levantan sabiendo que el viento no sopla a favor, pero igualmente sacan la cometa.

Esta luciérnaga está hecha para recordarte que seguir intentando también es volar.

Esta luciérnaga lleva el alma de los que hacen magia con poco.

Bruno no tenía alas. Tenía una concha, una hoja y un deseo. No voló muy alto. Pero por dentro, se sintió cielo.

Este cuento es para quienes no buscan altura, sino sentido.

Esta luciérnaga es para cuando no sabes por dónde empezar, pero sabes que necesitas luz.

Cada uno tiene una pequeña luz adentro. A veces parpadea. A veces se esconde. Pero está.

Este símbolo es un ritual: cuando te sientas apagado… míralo. Respira. Nómbrala. Enciéndela.