✨ Episodio 4 — Una biblioteca que no obliga, solo invita
Cuando las palabras se siembran en silencio… florecen toda la vida. Escuchamos la voz cálida de Cristina García, bibliotecaria en la Estación de Cártama, que desde hace más de 30 años ha convertido su trabajo en un acto cotidiano de servicio, memoria y amor por los libros. Cristina no solo organiza estanterías: acompaña infancias, sostiene vínculos invisibles y cultiva la cultura como quien riega un jardín que otros recogerán. Su historia es un homenaje a todas las personas que, desde lo pequeño y constante, encienden la luz del conocimiento.
HISTORIAS
Cristina García, con Carolina y Darío
4/22/20256 min read
🎙️ Introducción (voz de Carolina):
Dicen que una biblioteca no es solo un lugar para encontrar libros… sino un sitio donde a veces uno se encuentra a sí mismo.
Hoy, en esta taberna encendida por historias reales, se sienta con nosotros una mujer que ha sido faro discreto durante más de treinta años: Cristina García, bibliotecaria en la Estación de Cártama. Pero sobre todo, sembradora de palabras, de tiempo, de infancia, de comunidad.
En su voz no hay prisa. Hay memoria, hay gratitud, y hay una mirada que sabe lo que cuesta que un libro llegue a las manos correctas… justo en el momento justo.
Escucharla es recordar que la cultura no es espectáculo, es acompañamiento. Y que la lectura no siempre se enseña… a veces simplemente se invita. Escuchemos su historia.
❓ Preguntas y respuestas del episodio
¿Qué te hizo elegir un camino tan ligado a los libros y al servicio de los demás?
Si me preguntáis qué me hizo elegir un camino tan ligado a los libros y al servicio a los demás, os podía decir que desde siempre he sentido una fuerte atracción hacia las palabras, las palabras pronunciadas y las palabras escritas, que el lenguaje es creador propio de los seres humanos y es sencillamente fascinante. Eso me llevó a formarme en una disciplina relacionada con la lengua y con la literatura.
Esta última, la literatura, la entiendo como una forma estética de expresar la vida. Mi primera intención fue enseñar a otros a comprender la lengua, en este caso la castellana, y a conocer lo que la literatura nos ofrece. Pero la vida me regaló la posibilidad de prepararme para trabajar en una biblioteca municipal y al hacerlo, al aceptar ese ofrecimiento de la vida, descubrí que el lenguaje, el motor de creación por excelencia, no solo se limita al conocimiento de la lengua y a la literatura, sino que es el vehículo para cualquier materia de conocimiento que elabore la humanidad.
Así que hice mío el objetivo de fomentar la lectura en cualquiera de sus formas, de fomentar la lectura de cualquier libro, tuviera esta la temática que tuviera, independiente de si el soporte fuera papel, una pantalla, un muro o incluso la voz. Y aquí estoy, llevo más de 30 años en la Biblioteca de Cártama, con el firme propósito de ayudar para que, si alguien quiere acceder a un libro, pues que pueda hacerlo. Con la idea de acercar libros a lectores y lectores a libros. Con el ánimo de mostrar a la biblioteca como un lugar amigable, donde, no sé, formarse, informarse o pasar un buen rato.
🎙️ ¿Recuerdas algún momento en que un cuento, una lectura o una visita cambió la vida de alguien (incluida la tuya)?
Al recordar algún momento en el que una lectura haya cambiado la vida de alguien, la verdad, me vienen varios, me vienen muchos. Y ahora incluso muchos que yo desconozca, que hayan ocurrido y que yo no lo sepa. Pero bueno, no obstante, yo voy a detallar uno.
Mira, a finales de abril en la biblioteca celebramos el Día del Libro. Bueno, el día realmente es el 23 de abril, pero como tenemos feria en Cártama, en la procesión de la patrona y tal, pues lo que hacemos es trasladar la actividad a otras fechas cercanas. Y creamos lo que llamamos lectura para las últimas horas de abril. Es una actividad en la que los lectores de nuestro club de lectura, algunos lectores de nuestro club de lectura, yo los preparo previamente, y leen una selección de relatos cortos el último día de abril, 30 de abril. Luego tenemos el 9 de mayo, que es festivo. En fin, es nuestro viernes de finales de abril.
Montamos una especie de café literario en la biblioteca y escuchamos en directo la lectura oral de esos relatos seleccionados y preparados. El primer año fue en 2017. Entonces, os cuento, se presentó a la prueba, porque hay una prueba inicial para saber si la persona puede ser preparada o no, no todo el mundo lo prepara. Se presentó a la prueba, como digo, a una lectora del club, María. Era una mujer con una gran capacidad intelectual, aunque la vida no le permitió desarrollarla completamente. Pero bueno, por ese motivo, las pautas que yo le di para la lectura, ella las cogió al vuelo. Y cuando hicimos el ensayo, leyó un relato de Tagore, no se me olvida, titulado Mi señor el niño, un relato muy duro, que ella sencillamente lo que hizo fue bordarlo. Yo, os digo con toda la sinceridad, me emocioné, hasta con lágrimas.
Ella acabó, yo me emocioné con esas lágrimas, y al ver mi cara recibió una grata sensación. Después me comentó que fue una sensación que le supuso una mezcla de alegría, de seguridad, de confianza, que al parecer le subió muchísimo en su día a día. Bueno, María se nos fue, pero bueno, siempre la llevo en mi corazón. Y oye, creo que van a servir estas palabras como un homenaje a María.
Y en mi experiencia personal, pues mirad, hay un autor que me ha influido muchísimo. Me refiero a Hans Keister Andersen. Ese autor danés que escribió cuentos tan conocidos como La sirenita o El patito feo, y no todo el mundo sabe que lo escribió él. Pero bueno, si tengo que hablar de Andersen, yo creo que eso daría para otra entrevista. Yo me comprometo a hablaros de Andersen en otro momento.
🎙️ ¿Qué crees que se aprende en una biblioteca… que no se enseña en ninguna escuela?
Y luego, pues, como respuesta a vuestra última pregunta, que creo que aporta una biblioteca que no se enseña en una buena escuela, una pregunta, yo podría decir que la biblioteca tiene una faceta pedagógica que es evidente.
Hay mucho paralelismo con la escuela. Sin embargo, para mí, una diferencia entre la biblioteca y la escuela, en relación a los libros, es que los maestros están, no sé cómo diría yo, obligados a obligar, valga la redundancia, a leer. Obligados a obligar a leer. Y también tienen que evaluar el progreso de la lectura de sus alumnos. Porque el alumno tiene la necesidad fundamental de aprender a leer, aprender a leer bien, ojo, ya que será una herramienta imprescindible para su formación y para su vida.
Y en la biblioteca, en cambio, no nos vemos obligadas a obligar, sino que sencillamente invitamos a leer. Además, tampoco tenemos que evaluar. Podría decir eso, que es lo que aporta, así un poquito bote pronto, lo que yo creo que puede aportar la biblioteca.
Bueno, no sé, antes de terminar este audio, creo que he contestado a las preguntas que me habéis hecho. Yo quiero daros las gracias por contar conmigo. Y daros las gracias también por esta iniciativa que supone esta actividad, esta taberna de las luciérnagas. Y la verdad daros con todo mi corazón enhorabuena, la enhorabuena por vuestro proyecto. Un saludo a todos.
🕯️ Cierre simbólico (voz de Carolina)
Lo que acabas de escuchar no es solo la historia de una bibliotecaria.
Es el testimonio vivo de alguien que ha hecho del lenguaje… un acto de servicio. Que ha entendido que no hay lector pequeño, ni libro menor y que a veces, el gesto más revolucionario es invitar sin obligar.
Cristina no habla con urgencia, habla con legado. Y nos recuerda que las bibliotecas no están hechas solo de estanterías, sino de almas que se quedan más tiempo de lo previsto… porque encuentran allí una tregua, una guía, o una luz.
Gracias, Cristina, por sembrar historias cuando nadie mira. Por emocionar con tu voz. Y por regalarnos este homenaje invisible a quienes han leído… y a quienes nos han leído la vida.
Aquí termina este episodio, pero si algo queda encendido es esto: A veces una palabra basta. Y a veces una bibliotecaria… lo cambia todo.
🌟 ¿Y tú… también tienes una luciérnaga dentro?
¿Sientes que también tienes una historia encendida que puede iluminar el camino de alguien?
🔘 Comparte tu historia en La Taberna
🖤 Gracias por ser parte de este rincón donde las historias pequeñas… encienden luces grandes.
“En la biblioteca no estamos obligadas a obligar… simplemente invitamos a leer.”
Una frase que encierra el espíritu de lo que Cristina ha sembrado durante tres décadas: libertad, confianza, amor por la palabra.

